Cuando hace unos años visité Guadalajara, quedé maravillado con todo lo que encontré y vi en esta bonita ciudad; pero me quedó por visitar la Iglesia de San Nicolás, así que tenía esa espinita clavada pues había visto alguna fotografía antigua de la escultura que me aguardaba entre sus muros.
Pero hace poco encontré unas reseñas y algunas fotografías en internet de la restauración de que fue objeto este singular monumento hace unos años. Me puse rápidamente en contacto con su restaurador, Francisco José Boldo Pascua, el cual me ha facilitado un material fotográfico magnífico que nos acerca al monumento y a la escultura mejor, si cabe, que si hubiera ido en persona a verla, ya que nos ofrece un grado de detalle, ángulos y perspectivas del conjunto imposibles para un simple visitante.