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jueves, 3 de noviembre de 2016

Soldados del Reino de Granada: imaginación o realidad?

Retablo de la transfiguración,
Pintura al temple sobre tabla.
Autor: Jaume Huguet.
Fecha: 1464-1475.
Catedral de Tortosa.
Tesoro Catedralicio de Tortosa.
Fotografía: Wikipedia. 


Exterminio de los soldados del Rey Ocozías de Israel. Imagen: Wikipedia. 

     Esta pintura forma parte del Retablo de la Transfiguración de la Catedral de Tortosa, y  fue realizada en el taller del afamado artista Jaume Huguet.
La escena recoge una escena del Antiguo Testamento: el momento en que el Profeta Elías se enfrenta a los soldados que el el Rey de Israel Ocozias mandó para apresarle.

    Como ya sabemos durante la Edad Media los artistas tendían a representar a los personajes bíblicos con lo atuendos medievales del momento en que fueron realizadas estas obras.
El historiador anglosajón David Nicolle, posiblemente haya sido uno de los primeros en prestar la debida atención a los atuendos militares que aparecen en obras religiosas, en temas tales como la crucifixión, la resurrección, etc...
    Este autor ha plasmado muchas de sus investigaciones en una serie de monografías de divulgación histórica de gran calidad en la prestigiosa colección Osprey, varias de ellas sobre el pasado islámico peninsular; para esta labor divulgativa contó con el acertado pincel del ilustrador histórico Angus Mc Bride que a partir de estas y otras fuentes hizo un acercamiento realmente innovador en lo relativo al dibujo e ilustración histórica de los caballeros y soldados musulmanes peninsulares, ya que fue prácticamente el primero en dar total crédito a las obras de los artistas medievales.


   Aquellas primeras lecturas me abrieron los ojos a un universo diferente, y me entusiasmé con la búsqueda de aquellos caballeros granadinos que aparecen muchas veces "camuflados" en muchas obras de arte de nuestros museos e iglesias. 
   Una de los motivos en los que podemos apreciar la vestimenta nazarí es precisamente en aquellas escenas del Antiguo o del Nuevo Testamento en la que aparecen representados soldados hebreos; y he aquí que el artista peninsular escoge para ello la imagen más exótica u oriental que tiene a su alcance, que no es otra, que la de los soldados y caballeros del Reino de Granada.

    La búsqueda de estos caballeros me ha permitido observar que en muchos casos la moda militar granadina no difería mucho de la cristiana, especialmente de la que usaba en la frontera cristiana.
   Varios siglos de mutuas influencias a un lado y otro de la frontera dieron lugar a determinadas maneras de armarse y vestirse, no muy diferentes entre sí.
  Esta apreciación es evidentísima en la Sillería del Coro de la Catedral de Toledo,  donde los caballeros granadinos que acompañan a las huestes de los Reyes Católicos en la toma o entrega de algunas poblaciones, visten armaduras y brigantinas, mientras que son identificables como caballeros nazaríes únicamente por su turbante. 
  Pero siempre te queda la duda de si el tallista, en este caso un artista alemán pudo no ser objetivo con una realidad que conocía poco, este de la sillería de Toledo, es un tema muy interesante que espero tratar aquí otro día. 
  Por eso he intentado buscar y redescubrir a esos caballeros granadinos escondidos en nuestras obras de arte, en algunos casos ya habían sido analizados, como es el caso de los famosos grabados de Schongauer.
  Posiblemente el mayor impacto lo tuve cuando descubrí un "caballero nazarí escondido" en una sarga del Monasterio de Oña, y que actualmente se conserva en el Museo Provincial de Burgos. 
   Todo ello terminó por convencerme de que los artistas nos estaban transmitiendo una realidad palpable y que conocían por experiencia propia.




   Actualmente opino que hay una auténtica revitalización de los estudios de Historia Militar en nuestro país que pretende llegar a un mayor público mediante el exitoso formato anglosajón que siguió Osprey ( no sé si fueron los primeros), en el que se aúnan la información y estudio histórico moderno, con un gran esfuerzo por parte de un magnífico elenco de ilustradores que tras un concienzudo trabajo de búsqueda y documentación nos dan una imagen cada vez más verídica y realista de nuestro pasado.  
(Tengo un blog comenzado y bastante olvidado sobre ilustración histórica, y creo que puede ser un buen momento para actualizarlo con algunos datos biográficos y obras de nuestros ilustradores). 
  Yo he sido siempre un defensor a ultranza de la ilustración artística como herramienta científica que nos acerca al conocimiento de una realidad. 
   En mi caso particular ha sido determinante la obra y la visión de José Daniel Cabrera y Rocío Espín, con los que me une una amistad de años y un proyecto común que algún día saldrá a la luz..., y con los que además he podido charlar sobre arte e historia por las calles de Granada.
   Otro factor que está influyendo en la búsqueda de la verosimilitud más cercana posible a los modelos del pasado es la existencia de grupos de recreación histórica que se están esforzando por hacer un trabajo serio y riguroso.  
   En este caso está siendo fundamental la figura de historiadores como  Mabel Villagra, Arabista y Asesora Histórica, que ponen su conocimiento y estudio al servicio de una divulgación rigurosa de los contenidos históricos. 
  A este respecto he de comentar que una de las dudas más importantes que se me presentaban para aceptar como nazaríes algunas imágenes de personajes  era la apreciación de unos largos o grandes bonetes, con o sin turbante con el que aparecen tocados los personajes musulmanes de la Sillería del Coro de Toledo u otros personajes orientalizantes, como en este caso, en varios cuadros de la segunda mitad del siglo XV; le pregunté mis dudas a Mabel y me dio una auténtica clase magistral sobre los tocados musulmanes y en especial sobre éstos que tantas dudas me generaban. 
  No puedo dejar de mencionar otro de los grandes descubrimientos que me han ayudado a conocer y comprender mejor las modas militares, pues no pueden entenderse éstas sin conocer las modas civiles del momento, me refiero al blog de Consuelo: Opus Incertum, y a su autora, a la cual recurro con frecuencia y siempre me orienta y ayuda; su intervención es imprescindible a la hora de datar con precisión las obras de arte, a partir de la indumentaria civil de los personajes. 
  Por una serie de felices coincidencias vivimos en un buen momento para la investigación y la divulgación histórica.
  Internet consigue acercarnos a todos más aunque estemos geográficamente distantes y podemos tener acceso a imágenes de lugares que probablemente no tendríamos tiempo de visitar o tardaríamos años en hacerlo. 
   En este sentido es fundamental la labor que muchos internautas están haciendo para dar a conocer nuestro patrimonio cultural e histórico. Páginas webs y blogs de arte, historia, viajes, comunidades de fotografía, personas que a través de las redes sociales comparten conocimientos y vivencias...
   Personas como mis amigas Angela y Mª África, grandes aficionadas a la fotografía, que en sus excursiones se acuerdan de mi y siempre encuentran un momento para tomar las mejores imágenes de los caballeros medievales. 
  Divulgar, dar a conocer, compartir (indicando la procedencia), aprender... en eso andamos por la red. 
   Bueno, ya sé, me he ido del tema, o no... sin el apoyo de todos los demás no me sería posible deciros que sí, que creo que estos señores del cuadro son unos soldados del Reino Nazarí de Granada, ea!
   Cómo me he alargado más de lo que esperaba haré otra pequeña entrada ya sólo para analizar los detalles del cuadro, lo prometo. 





martes, 1 de noviembre de 2016

Volver a las andadas


Acabo de ver la fecha de mi última entrada en el blog, y ha pasado ya un año.
Resulta difícil de creer porque mi ilusión por el tema de este blog no ha decaído lo más mínimo; pero imagino que he estado muy involucrado en otros proyectos personales y profesionales, o al menos esa ha sido la excusa fácil para no actualizarlo. 

Caballeros con armadura en una sala del Alcázar de Segovia. Fotografía: Bonifacio Esteban

Tímidamente me he acercado de tarde en tarde a ver si alguien se asomaba a leer alguna entrada del blog para descubrir con satisfacción que un cierto número de personas, desde lugares muy dispares se han seguido asomando a leer alguno de mis posts.
Yo sigo echándome la máquina de fotos al hombro cada vez que viajo a algún sitio y sueño con visitar otros muchos más donde sé que aguardan aún otros antiguos caballeros medievales, unos conocidos y otros por descubrir a lo largo y ancho de nuestra geografía. 
Tras este año de barbecho espero retomar la sana costumbre de comentar con alguna asiduidad cosas de nuestro pasado medieval.