El
capacete en el siglo XV, más que un casco.
Capacete español de finales del siglo XV. The Metropolitan Museum of Art, Arms and Armor (13,212)
Image © The Metropolitan Museum of Art
El capacete es un tipo de
casco abierto utilizado durante el final de la Edad Media y el principio de la
Edad Moderna.
En cierta manera sería
heredero de los “capiellos de ferro” y de los “sombreros de guerra” usados
durante el siglo XIV.
La búsqueda de la mejor
protección posible para la cabeza,
especialmente de los infantes, llevó a perfeccionar los cascos durante
el siglo XV dotándoles de una superficie más ergonómica y de amplias alas
caídas.
Se creó así un tipo de
casco, el capacete, que fue ampliamente utilizado durante el siglo XV y también
durante el siglo XVI, con diversas variantes para adaptarse a los nuevos
tiempos.
El éxito de este tipo de
casco vino dado por ofrecer una buena y amplia
protección para la cabeza dado que su altura le permitía protegerse
frente a los golpes desde arriba, mientras que su forma permitía desviar el
impacto de armas blancas y proyectiles.
Además al tratarse de un
casco abierto permitía tener un mayor campo y control visual y auditivo de todo
lo que ocurría alrededor.
El único punto vulnerable
del sujeto en este caso sería la cara y el cuello, problema que fue solucionado
con la adopción del barbote o gorjal como protección complementaria con el uso
del capacete.
Aunque se piensa que se
trató de un tipo de casco usado inicialmente por la infantería su uso fue muy
pronto adoptado también por los caballeros, que rápidamente supieron apreciar
las ventajas del capacete.
Siendo utilizado por los
hombres de armas a caballo y especialmente por los jinetes.
Disponemos de datos para
afirmar que el capacete fue también utilizado en el Reino Nazarí de Granada, lo
cual no es de extrañar ya que este casco se amoldaba bastante bien a las
necesidades de movilidad y control que tanto gustaban al soldado y al jinete
nazaríes.
Podría afirmarse que el
capacete fue el tipo de casco más ampliamente utilizado y difundido en la
Península Ibérica durante la segunda mitad del siglo XV; siendo en cierta
manera un tipo de casco genuinamente peninsular, ya que fue aquí donde su
producción y utilización tuvo un mayor alcance.
Fueron especialmente
famosos los capacetes fabricados en los talleres y armerías de Calatayud, donde
también eran fabricados los gorjales. El capacete se solía fabricar a partir de
una única lámina de metal.
Actualmente se conservan en
diversas colecciones y museos de todo el mundo una amplia representación de
este tipo de casco peninsular, existiendo cascos sencillos y otras piezas de
gran lujo y exquisito acabado.
Partes
del capacete:
Los capacetes eran forjados
a partir de una única pieza de metal.
Es característico que
presenten una arista mediana longitudinal que en ocasiones puede formar una
cresta sobre la parte superior del casco o calva.
Las alas caídas fueron
amplias durante el siglo XV, desarrollándose (en la mayoría de los casos) a
partir de un punto de inflexión que marca el final de la calota del casco y el
inicio del ala.
Partes de un capacete. The Metropolitan Museum of Art. Image © The Metropolitan Museum of Art
Es muy habitual la
presencia de remaches decorativos en distintas partes del casco o del ala.
En aquellos casos más
lujosos se presentan decoraciones de latón dorado u otro tipos de adornos,
incluidos portapenachos para plumas.
La fascinación que yo siento por las armaduras es algo increíble. Tal vez sea por el trabajo del ¿herrero?, por sus formas o por quien las llevaba.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, es una mezcla de todo un poco; su perfecto acabado artesanal, su estética, pues no dejan de ser modas, y también la parte épica, por supuesto.
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