Armaduras italianas en una tabla gótica de 1457 en
la Catedral de Tarragona.
Posiblemente entre todas las manifestaciones artísticas de la Edad Media son los retablos góticos una de las principales y de las que más información nos puede dar sobre el pasado de nuestros caballeros.
Estas
obras de arte, concebidas como auténticos catecismos visuales, relatan la vida
de Cristo y de los Santos a través de un detallado programa iconográfico,
pintado habitualmente sobre tablas.
La
pintura gótica se hizo detallista en extremo, y por otro lado recogía los tipos
y el vestuario de la época contemporánea al artista.
Por
eso cuando visites una iglesia, un monasterio, o un museo y veas un retablo
gótico, fíjate bien y descubrirás entre los grupos de personajes que acompañan
las escenas a los protagonistas de la Edad Media.
Veamos
un ejemplo:
Calvario.
Pintura sobre tabla del Retablo Mayor de la Iglesia de la Sang, (Alcover) Alt
Camp, obra de Jaume Ferrer II, año 1457. Conservado en la Catedral de
Tarragona.
A
simple vista, la imagen de un Calvario, con todo su dramatismo, pero nos
interesa fijarnos en los soldados “romanos” que acompañan la escena.
Los
soldados “romanos” del primer término en realidad se visten con ropajes del
siglo XV, con algunas licencias como las charreteras del infante del extremo
inferior derecho del cuadro, mientras que uno de los soldados vestido de gris y
con un casco cónico con turbante pretende representar un tipo orientalizante.
No
obstante las figuras más interesantes son los “romanos” a caballo que aparecen
en el segundo plano; en especial cuatro figuras armadas.
Y
nos encontramos con una genuina representación de la caballería equipada con
armaduras de tipo italianas en la Península Ibérica, en una fecha tan temprana
como es el año 1457.
Un
caballero (con armadura plateada) lleva unas hombreras
decoradas con grutescos, que pretende indicar el tipo “romano” del sujeto,
anticipándose casi 100 años a las armaduras clásicas “a la romana” que los
armeros italianos realizaron durante el siglo XVI; aunque en el caso de esta pintura se trate
posiblemente sólo de una licencia o alegoría pictórica, al igual que otro
caballero (con armadura dorada) cuyas hombreras son dos conchas o veneras.
Todo
ello también nos habla de la influencia del renacimiento italiano en el gótico
catalán.
Observamos
cascos apuntados, algunos con protecciones redondeadas en la zona lateral, que
recuerdan mucho a tipos italianos.
Los caballeros llevan
protecciones completas para el pecho, brazos y manos, y podemos observar los
distintos coloridos de la armadura o como podían combinar piezas de diferente
color.
Entre
todos ellos, yo me quedo con el caballero de la armadura dorada, con peto y
sobrepeto unidos por una correa, que cubre la cabeza con un capacete abierto y
protege cara y cuello con un gorjal.
En
conclusión en esta pintura podemos apreciar, salvo las licencias indicadas,
como vestían aquellos caballeros de la mitad del XV y también podemos
percatarnos de lo tempranamente que se fueron imponiendo las nuevas corrientes
en la Península Ibérica.
Así que ya sabéis, cuando veáis un retablo gótico miradlo con atención, siempre os
sorprenderá.
¡Qué descubrimiento tu blog! Muchísimas gracias.
ResponderEliminarEsas bragas, esos brahones en las jaquetas o los sayos.
En cuanto pueda seguiré echando un vistazo más tranquilo y detallado al blog.
Saludos cordiales.
Muchas gracias Hencinarys.
ResponderEliminarYo estoy igual de contento de haber descubierto tu blog. La Edad Media es inmensamente rica en vestimentas y ropajes, y realmente no se puede separar muchas veces las modas de las prendas civiles de las militares, que se influyen mutuamente; y conforme más estudio estos temas más necesario veo conocer a fondo las prendas y modas de aquellas épocas, que tú explicas tan bien en tu blog.