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martes, 12 de noviembre de 2013

Si quieres identificar a un caballero de principios del XVI... mírale los pies ( I )


Si quieres identificar a un caballero del principios del XVI, es fácil... mírale los pies.

En el cambio de siglo pocos elementos han cambiado aún en las armaduras de los caballeros y de los hombres de armas, las corazas siguen siendo similares, así como aquellas piezas de metal que protegen brazos y piernas, quizás las escarcelas sean más grandes en esta época y las formas se van suavizando cada vez más, pero son sus zapatos de metal (escarpes o escarpines) de punta ampliamente redondeada los que marcan la diferencia respecto a los puntiagudos escarpines de tiempos anteriores.

Por supuesto no es una norma general, se trata de modas que se van adoptando que se superponen con las previas; pero eso es lo que podemos ver en las efigies de muchos caballeros de inicios del siglo XVI y también en los cuadros.
 
 
Fotografía de San Cándido (MNAC).
 

Por este motivo quiero traer a colación dos fantásticos cuadros. El primero es este San Cándido a quien tuve el placer de conocer una soleada mañana en el Paseo de la Castellana de Madrid, en una exposición itinerante del MNAC hace unos tres años.  

 
Esta obra la pintó Ayne Bru, un pintor de origen centroeuropeo afincado en Cataluña al comerzar el XVI,  entre los años 1502 a 1507
 

Se trata de un auténtico dandy de principios del XVI, su armadura es a la última moda, a medida, por supuesto, fabricada a buen seguro en algún taller de Milán, pavonada en negro, que previene de la corrosión y además queda muy bien, con los bordes dorados. Y sobre ella un tabardo de color verde.
La cota de malla también es de color negro con una decoración dorada en la misma a nivel del cuello.
 
 
                                       Fotografía de San Cándido (MNAC), obtenida de:
 
Sostiene con su mano izquierda una tarja, escudo pequeño que podía usarse en los torneos para proteger parte del pecho y sobre cuya escotadura podía apoyarse la lanza, aunque ya el uso del ristre para apoyar la lanza  había ido relegando el uso de este tipo de escudo.
Lleva al cinto una espada y en la mano derecha una alabarda de media hasta

Como ya he dicho, pocos detalles diferencian su armadura de aquellas de finales del XV, los codales siguen siendo generosos, siendo de destacar la suavidad y armonía de las formas; pero sobre todo son sus escarpines redondeados los que delatan que ya va a la última moda.

¡Ah! y se me olvidó decir que también lo podemos fechar por su gorro o sombrero, más decorativo y  amplio.
 
 


 

 

 

 

 

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