Un tiempo después de volver de Burgos
(y quedar impresionado por la escultura de Don Juan de Padilla ), haciendo una
búsqueda de pintura gótica en internet me encontré con esta pintura.
No me lo podía creer, eran
prácticamente los mismos ropajes, complementos y elementos defensivos que los
de Don Juan.
El cuadro:
Miracle
de la Mare de Déu del Roser i el cavaller de Colònia
Se trata de una pintura sobre tabla,
que se conserva en el Museo de Lleida, se cree que su autor podría ser Joan Pau
Guardiola y que podría haber sido realizada entre los años 1500-1510, formando
parte de un retablo de origen desconocido, pero del que se conserva otra tabla
en el Museo Cau Ferrat de Sitges, precisamente la que representa a la “ Madre
de Dios del Rosario”.
Los personajes:
Aparecen cuatro personajes en el
cuadro.
Primer
caballero:
El primer caballero, a la derecha del
espectador, es un joven de larga melena al estilo del corte de pelo que se
estilaba a finales del siglo XV y principio del XVI.
Viste un lujoso ropón, abierto por delante, un rico collar y un tahalí de cuero le cruza el pecho desde
el hombro derecho, para sujetar una espada
de la que podemos ver un arriaz curvo dorado y parte de una patilla dorada.
Las manos las lleva con guantes blancos y sostiene un rosario
entre ellas.
Sobre el ropón lleva un manto.
También se puede ver un rico borceguí de piel blanca, decorado o
“labrado”.
Segundo caballero:
El segundo caballero es un joven que
va vestido de la siguiente manera:
En la cabeza lleva un gorro, de color rojo, que nos recuerda
a los que podemos ver en algunas esculturas cercanas al 1500.
Viste un jubón verde con cuello rígido o collar pequeño, de mangas ajustadas; era la prenda sobre la que
vestir la cota de malla.
Bajo el jubón a nivel del cuello se
aprecian los pliegues de la camisa
interior.
Sobre el jubón lleva una lóriga de cota de malla de mangas
cortas y que le llega por encima de medio muslo; los bordes de las mangas y de
su parte inferior están realizados con varias hileras de anillas doradas.
Cubre sus piernas con calzas verdes.
Sobre la cota de malla viste una
lujosa brigantina, toda ella de
color dorada, y con claveteado igualmente dorado; como suele ser habitual esta
prenda no lleva mangas y cubre como un chaleco hasta la cadera. Se abre por delante
y se abrocha mediante correas de cuero con motivos dorados.
En los brazos a nivel de los codos
podemos observar que lleva una codera de
metal, parte de la armadura de brazos para proteger el codo, no es inusual ver
en otros cuadros como los caballeros podían usar piezas sueltas de armadura
según conveniencia.
En cualquier caso se trata en este
caso de un codal lujosamente decorado, y seguramente específicamente realizado
o preparado para vestirlo de esta manera.
En la cintura lleva un cinturón de color blanco con el mismo
tipo de enganche en pasador que pudimos ver en la escultura de Don Juan Padilla
y en las Sargas del Museo Provincial de Burgos.
Del cinturón sobre el costado derecho
tiene una pequeña cartera o escarcela
de piel o cuero de color blanco con hebilla dorada.
De la escarcela penden cinco cordones dorados, que terminan en cinco
borlas de seda, igualmente de color
dorado.
Por debajo del cinturón y de la
escarcela sobresale la vaina de una daga
o puñal, con la contera
dorada, repitiendo el esquema que
pudimos apreciar en las Sargas de Burgos, y que veremos aún en infinidad de
cuadros más.
Desde el hombro derecho un tahalí de cuero con hebilla y remaches dorados cruza el pecho del
caballero, de él pende sobre su costado izquierdo una vaina de espada vacía.
El caballero tiene cerca de sí dos espadas desenfundadas, lo cual está en
relación con la historia del Milagro de la Virgen del Rosario y el Caballero de
Colonia.
Por detrás del caballero podemos ver
una espada con guarnición dorada, presentando arriaces curvados y patillas, y
con el puño decorado con una tela de color roja. Esta espada parece descansar
sobre una rodela en la que también
podemos apreciar una manija dorada
para asirla y el hueco para la mano.
Mientras que otra espada, desenvainada,
descansa sobre la pierna del caballero, igualmente con guarnición dorada, de
arriaces curvados y con patillas, ésta espada pertenecería al uno de los pajes
que aparece por detrás del caballero.
Nuestro caballero lleva unos borceguíes de piel de color rojo que
llegan hasta la rodilla, donde hacen una vuelta; y en su cara externa una
apertura con varios cordones anudados, lo cual ayudaría a calzar este tipo de
bota.
Los dos pajes:
Tras el segundo caballero aparecen
dos hombres, a los que identificaré como pajes de éste, basándome tan sólo en
que el artista les ha puesto en un segundo plano y se cubren la cabeza con
sendas bonetes, dorado y verde, más sencillos.
El primer paje, lleva jubón, lóriga
de cota de malla, una brigantina de color verde y calzas.
Mientras que en el segundo paje sólo
podemos apreciar una brigantina de color rojo, con claveteado dorado.
Conclusión:
Ciertamente es un cuadro que se sale
de lo habitual por la cantidad de detalles que nos aporta.
El valor de esta pintura radica en
que nos permiten ver elementos del vestuario y de la panoplia de los caballeros
de finales del XV o muy principio del XVI. En este caso podemos ver a un joven ricamente vestido y a un caballero y sus dos pajes equipados de un modo ligero, pero perfectamente protegidos.
Nos permite además ver en realidad
como vestían aquellas prendas, como las ponían o combinaban, así como conocer
el colorido de las mismas.
En las próximas entradas iremos
viendo como las formas de combinar el vestuario y su panoplia los hombres de
armas y caballero de la Edad Media fue siempre variadísima.
Espero que os haya gustado esta entrada sobre
una pintura realmente excepcional.
Había visto el cuadro por Internet. Es una maravilla. Sobre todo para los que estudiamos el vestido. :-)
ResponderEliminarEl personaje lleva gorra de media vuelta, de moda a finales del siglo XV.
Ya no se me olvida que es una brigantina.
Sí, es un cuadro realmente precioso.
EliminarVeremos muchas brigantinas en este blog, porque fue la pieza corporal defensiva más usada en la Península Ibérica durante la segunda mitad del siglo XV.
Gracias por tu indicación, tan certera como siempre.
Super interesante
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado; este caballero representa la transición del siglo XV al XVI, época realmente muy interesante.
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